Muchas plantas no transmiten sus especificaciones simplemente con la siembra. Como el caso de las especies cuyas flores no pueden fecundarse a sí mismas, pro ejemplo, los árboles frutales. Por consiguiente, se hibridan de forma natural con plantas vecinas de su misma especie, aunque no sea de la misma variedad. Si no fuera posible esquejar, acodar o dividir este tipo de plantas, la única posibilidad para su multiplicación sería el injerto.
Tipos de injerto
Injerto de yema. Utilice una rama de uno o dos años cuyo diámetro se asemeje al patrón. Con una navaja bien limpia hacer un corte horizontal en la corteza de 2 cm por encima y debajo de la yema. Ésta debe estar bien desarrollada. Luego en una parte desnuda de la rama a donde quiere llevar el injerto, realice un corte en forma de T y separe con cuidado la corteza del tallo a ambos lados del corte longitudinal. Inserte la yema y asegúrela con cuerda especial para injerto o con masilla.
Injerto de púa. Preparamos el portainjerto y hacemos un corte transversal que incluyan corteza y cámbium de la planta receptora del injerto. Si el tronco del portainjerto es muy grueso será necesario abrir bien la ranura moviendo bien la cuchilla en su interior para que la púa encaje perfectamente y a la vez apriete el injerto. A continuación preparamos la púa, a la cual haremos dos cortes en bisel hasta que quede como la punta de un lápiz. La introducimos en el portainjerto asegurándonos de que ambos cámbiums estén en contacto y lo sellamos con cinta o masilla.
Injerto de aproximación. Se realiza uniendo dos ramas de un mismo árbol para rejuvenezer una de las ramas y fortalecerla. Se hace un corte previo y longitudinal a las dos ramas que se van a unir . Luego se sella con masilla o cinta de injerto.
Herramientas para injertar
Es indispensable contar con unas herramientas básicas y un mínimo de equipamiento para obtener un resultado satisfactorio. Para injertar se deben hacer cortes , a veces, profundos y poner en contacto unos tejidos con otros. Por eso es fundamental utilizar herramientas adecuadas para cada corte y que estén perfectamente limpias. La savia de las plantas es muy agresiva con los metales, por lo que conviene renovar de vez en cuando todas las herramientas de corte.
Podadera. Es fundamental para cualquier jardinero, sirve para cortar las ramas a injertar sobretodo las de diámetro pequeño. Tiene que ser ligera, cómoda en la mano y con la cuchilla intercambiable.
Podadera de brazo. Es mucho más grande y especial para ramas de hasta 5 cm de diámetro. Resulta una herramienta precisa para cortes limpios y precisos. El modelo corto es mucho más manejable, aunque menos potente, pero suficiente para hacer un trabajo perfectamente.
Serrucho de jardinero. Es una herramienta que puede ser sustituta de la podadora en maderas duras de gran diámetro. Se usa para podar el patrón y puede picar los tejidos de la rama, así que deben ser repasados a posteriori.
Navaja de injertar. Es una herramienta esencial para los injertos y es lo más parecido a un bisturí en cirujía porque es una herramienta de precisión. La hoja suele ser fina, curva y puntiaguda. También se les llama navajas de injertar vides por su uso en regiones vinícolas.

navaja para injerto
Hoja de afeitar. La hoja puede sustituir a la navaja en todos los injertos en los que baste con hacer una incisión en la corteza. Es una herramienta peligrosa que debe ser utilizada con cuidado.
Cuerdas y ataduras. Hay varios materiales para mantener en su sitio el ensamblaje patrón-púa del injerto. El más utilizado es la rafia, una fibra natural producida por un tipo de palmera asiática. Es sólida, fácil de manejar y se mantiene bien ante los cambios de temperaturas.
Masilla. Es un producto fundamental para que los injertos cicatricen correctamente y no se produzcan enfermedades o infecciones en el árbol. Contiene resina y aceite vegetal, se aplica en frío y con una espátula o trozo de rama.